La importancia de la intencionalidad

Unos pocos cambios de mentalidad te ayudarán a lograr un estilo de vida más saludable a través de la intencionalidad

La salud no es casualidad, se cultiva. Se necesita intencionalidad para crear un estilo de vida saludable. Después de todo, tus decisiones diarias impulsarán el resultado de dónde te encontrarás dentro de un mes o un año. Entonces, ayuda hacer una pausa y reflexionar preguntándote: ¿Dónde quiero estar? ¿En qué quiero ser intencional para sentirme más realizado? Ser intencional con tu tiempo y lo que deseas lograr para ti pone las cosas en perspectiva y te ayuda a realinear tus prioridades. A continuación hay cuatro formas que te ayudarán a alcanzar una mejor salud y más felicidad a través de la intencionalidad.

#1 Comprometete con una meta

A menudo, lo que quieres lograr parece una gran idea, pero es solo eso: una idea intangible. Solo se vuelve real una vez que te comprometes con una meta. El establecimiento de objetivos ayuda hacer una evaluación libre de juicios de dónde te encuentras ahora. Considera dónde estás prosperando y dónde no te sientes mejor en lo que respecta a tu salud física, mental, espiritual, emocional y social.

Tal vez estés en buena forma, pero te beneficiaría un sistema de apoyo más sólido, o viceversa. Sea lo que sea, piensa por qué este cambio es importante para ti. ¿Tener un sistema de apoyo más sólido te ayudaría a conducirte mejor en tiempos difíciles y disfrutar más de los buenos momentos? ¿Estar en mejor forma te permitiría hacer más actividades con su familia?

Ser intencional al establecer tu meta (comprender por qué quieres ese cambio y qué beneficios obtendrás) te dará un mayor propósito para motivarte cuando trabaja para lograrlo.

#2 Haz un plan

Es posible que haya escuchado el dicho “una meta sin un plan es solo un sueño”. Mientras soñar le permite a tu mente divagar y pensar en soluciones creativas o nuevas ideas, el éxito de esos sueños se encuentra al crear una meta que tenga un plan de acción.

Una de las mejores formas de hacerlo es mediante la creación de una meta SMART (Specific, Measurable, Attainable, Relevant and Timebound). Este tipo de establecimiento de objetivos significa: Específico, Medible, Alcanzable, Relevante y con un límite establecido. Usar este marco te ayudará a definir claramente lo que quieres y cómo lograrlo.

Las metas vagas (quiero mejorar mi dieta o quiero más actividad social) toman la lente de un sueño o un deseo, en lugar de un plan. En lugar de estas, intenta: comeré alimentos más saludables cinco noches a la semana, o participaré en una actividad o asociación que me interese por semana.

Estos ejemplos describen los aspectos “específicos” y “medibles” de un objetivo SMART. El siguiente paso es asegurarse de que sean alcanzables (o razonables) y relevantes (un próximo paso apropiado hacia el resultado deseado), y que haya un cronograma para completarlos.

Este es un ejemplo de una meta SMART completamente delineada para la actividad social: Me uniré a un grupo de corredores y haré una nueva conexión significativa por mes durante los próximos cinco meses.

Considera cómo puedes ser más intencional al convertir tu meta en una meta  SMART.

#3 Establece rutinas consistentes

Aún cuando tiengas las mejores intenciones cuando trabajas para alcanzar una meta, todavía hay desafíos. Muchas luchas, como la falta de tiempo para preparar comidas saludables o la falta de energía, pueden evitarse estableciendo consistencia en tu rutina.

Esto puede parecerse a hábitos como el ejercicio (ayuda con poca energía) y la preparación de comidas (te permite tener alimentos saludables listos en los días ocupados). O puede ser tener una rutina constante de relajación antes de acostarte para ayudarte a dormir mejor.

Cómo empiezas el día también importa. La mañana marca el tono de tu día, así que ten en cuenta este precioso momento. Si miras los correos electrónicos o las redes sociales cuando te despiertas, está enfocado en las agendas de otras personas en lugar de tus propias prioridades. En su lugar, nútrete escribiendo en un diario, meditando, leyendo, haciendo ejercicio o paseando a tu perro.

Establecer estructuras consistentes e intencionales te ayuda a priorizar tu salud y bienestar, y dentro de estas estructuras, puedes encontrar tranquilidad y energía mejorada.

4# Practica la gratitud

No es ningún secreto que escribir aquello por lo que estás agradecido tiene un impacto positivo en tu salud. Los estudios muestran que expresar gratitud ayuda al cerebro a liberar dopamina y serotonina, dos de las hormonas que “se sienten bien”. Las personas que practican la gratitud también reportan un mayor logro de metas.

Más allá de esto, mostrar gratitud por tus experiencias, ya sea tan pequeña como una deliciosa comida o tan grande como un logro profesional, te ayuda a desarrollar las habilidades para aceptar más el cambio, reconocerte a ti mismo y reconocer el progreso.

La gratitud también se relaciona con la intencionalidad, ya que el acto de escribir por lo que estás agradecido te ayuda a revisar y reflexionar sobre las metas que te hayas fijado y el progreso que hayas logrado.


La intencionalidad es un filtro que nos da mayor sentido y mejores resultados. Una vez que lo implementes en tu vida diaria, seguramente sentirás su impacto positivo.

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