Escoge la rutina de ejercicios adecuada

Hacer ejercicio con una rutina adecuada mejora la calidad de vida y la capacidad de disfrutar de las cosas a medida que envejeces

Tienes una gran variedad para escoger; de hecho, cuatro diferentes tipos de ejercicio: aeróbico, fortalecimiento, flexibilidad y equilibrio.

Los ejercicios aeróbicos tienen que ver con resistencia y resultan en el aumento del ritmo cardiaco y de la respiración. Una caminata rápida, trotar, bailar, hacer jardinería, saltar, nadar y los deportes como el tenis pueden clasificarse como ejercicios aeróbicos. Tales actividades mantienen la circulación y los pulmones bajo control, ayudando a prevenir problemas como las enfermedades cardiovasculares.

Los ejercicios de fortaleza son aquellos que realizas con pesas, bandas de resistencia o cuando usas equipo de resistencia en el gimnasio. Los ejercicios que requieren que levantes el peso de tu cuerpo, tales como las sentadillas y las flexiones, también pertenecen a esta categoría.

Tales ejercicios pueden ayudar a fortalecer tus huesos y músculos, y son particularmente importantes para los adultos de edad más avanzada a fin de poder llevar a cabo tareas diarias como acarrear las compras o mantener el equilibrio del cuerpo.

Ejercicios que mejoran la flexibilidad se consideran los menos esenciales de las cuatro categorías, pero si decides escoger actividades que mejoran tu flexibilidad, también puede ayudarte a mantener una amplia variedad de movimiento.
Enfermedades como la artritis pueden limitar el rango de movilidad de una persona. Estirar regularmente partes del cuerpo o practicar yoga puede ayudarte a mantener tu cuerpo más flexible por más tiempo.

El equilibrio contribuye a la agilidad y previene lesiones, y sin embargo muchos de nosotros damos por sentado nuestro equilibrio. Si no quieres ser víctima de una caída, entonces es importante empezar a integrar ejercicios que ayuden a minimizar los riesgos. Pararse en un pie y caminar apoyándose desde el talón son soluciones sencillas, o si deseas algo más deliberado, podrías tratar de practicar Tai Chi.

Consejos importantes

• Disfruta un bocadillo después del ejercicio – no te obsesiones con las calorías; necesitas un bocadillo para reabastecerte y recuperarte
• Perfecciona tu técnica – los ejercicios incorrectos serán ineficaces
• Escoge metas a corto plazo – las metas a largo plazo podrían hacer que te sientas abrumado
• Búscate un amigo – hacer ejercicio con un compañero puede mantenerte responsable, además de que pueden conversar mientras trotan
• No te niegues caprichos – abstenerte de todo de un golpe solo te llevará a recaer
• Cuenta tus reps hacia atrás – pensarás en lo que te falta en vez de lo que ya has hecho
• Comienza con los ejercicios que menos te gustan – la evasión probablemente resalta una debilidad que necesitas combatir
• Tómate un batido de proteína inmediatamente después del ejercicio – es más probable que ganes masa muscular
• Lava tu ropa de ejercicios en una bolsa de malla – sabrás donde encontrarla y tu compañero no se quejará de encontrar calcetines sudados y olores no muy atractivos
• Mantén un diario de ejercicios –monitorear tu progreso te mantendrá motivado
• No ejercites en demasía – los días de descanso le dan a tu cuerpo tiempo para repararse; esto puede hacer que los músculos se fortalezcan.

El ejercicio y el estado de ánimo

Si el exprimir solo 40 minutos de ejercicio por los beneficios para tu salud física no hace que te levantes y empieces a moverte, ¿qué tal los beneficios para tu salud mental? El ejercicio regular puede ayudarte a aliviar los síntomas relacionados con la depresión, la ansiedad y el ADHD, a la vez que ayuda a aliviar el estrés, mejorar la memoria y tu estado de ánimo en general.

Cuando haces ejercicio, tu cerebro libera endorfinas, potentes químicos que pueden elevar tu estado de ánimo y hacerte sentir con más energía. Al hacer ejercicio, trata de ponerte en sintonía con el sonido y ritmo de tu respiración y los latidos de tu corazón; hacer esto te ayudará a enfocarte en la actividad mas bien que en las preocupaciones que normalmente ocupan tu mente.

Esta técnica también te ayudará a mejorar tu concentración, te sentirás más en control de las situaciones, y además el movimiento regular ayudará a tus músculos a relajarse, aliviando cualquier tensión no deseada, causada por el estrés.

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